“De aquí en adelante nadie me cause
molestias, porque yo traigo en mi cuerpo
las marcas del señor Jesús” (Gálatas 6:17)
Para
estar al otro lado se necesita haber cruzado o pasado desde un punto hasta
otro, en realidad resulta mas fácil contarlo que vivirlo, pero también es
cierto que es mayor el gozo que produce levantar los ojos al cielo tomar aire y
exalarlo profundamente mientras tu corazón con una delicada ternura pronuncia
Gracias señor Jesús por ayudarme a estar hoy de este lado.
Cuando
llevamos mucho tiempo sumergidos en situaciones que no resultan productivas
para nuestra vida, nos enfocamos tanto en ellas que nos desenfocamos del
propósito de Dios en nuestra vida y olvidamos lo que realmente somos en el.
Un buen
día, (porque todos los días en el señor son buenos) te levantas y te das cuenta
que has caído en un gran hueco, muy profundo y oscuro, ansiando salir de allí,
y con esfuerzos e intentos fallidos, decides rendirte y solo quedarte quieto y
en silencio, cuando de repente percibes que alguien se está acercando y ves una
mano tierna y delicada que se extiende hacia ti, te preguntas ¿quién es? pero
mientras vas saliendo te das cuenta que es la mano de tu padre celestial quien con una hermosa sonrisa te dice: hijita
tenemos que hablar
El
señor inicia su conversación tomándote delicadamente de su mano y te dice:
Recuerdas
que yo di a mi único hijo? para que a cambio de su vida tu tuvieras una propia,
recuerdas que yo te he guardado desde
antes de nacer y que te he protegido hasta derramar la última gota de mi sangre?,
recuerdas que yo siempre he estado contigo? Pero aparte de eso que ya es
suficiente yo estoy dispuesto a dar una
nación entera por ti yo lo haría sin pensarlo dos veces, porque tú eres
importante para mí, porque yo puse un propósito en tu vida, que solo tu podrás
hacer, nadie podrá hacerlo por ti, porque tú eres un ser humano valioso, porque
eres un ángel en la tierra, pero lo más importante porque yo TE AMO
Esas
son las palabras que mi padre celestial me dijo a mí, pero yo estoy segura que
son las mismas que te diría a ti, porque me las dijo a través de su palabra.
Recuerda
que los que estamos conectados con el corazón de Cristo Jesús, podemos decir a
los que nos lastiman Dios te bendiga, porque ya hoy nada me causa molestias
porque en nuestro cuerpo están las marcas de aquel que todo lo puede.
El placer de estar en su presencia te desea
una navidad y un año nuevo en familia, calor de hogar pero sobre todo en su
presencia, porque todo lo demás vendrá por añadidura.